UN REINO DE BASURA BAJO EL MAR... Y ENTRE LAS NUBES
Ríos, lagos y océanos están sido utilizados desde antaño como depósitos para ingentes cantidades de residuos procedentes de actividades industriales. En los fondos marinos del Pacífico y el Atlántico, por ejemplo, se pueden observar cúmulos de basura tan grandes, que juntos equivalen a la superficie de Estados Unidos. Muchos de estos residuos son tóxicos. No sólo se vierten al agua, sino también a la atmósfera, que recibe continuas emisiones de diversos contaminantes, procedentes de la combustión del carbón y del petróleo usados para la fabricación de elementos de uso cotidiano como los plásticos, las fibras textiles, los disolventes, los plaguicidas...
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Una de las consecuencias más negativas del desarrollo industrial es la generación masiva de subproductos contaminantes, con el consiguiente daño a la salud humana y a los ecosistemas. El aumento de la contaminación corresponde en gran medida al floreciente uso del petróleo en el siglo XX, y la proliferación de sus derivados sintéticos -como plásticos, plaguicidas, fibras textiles o disolventes- que han pasado a ser productos de uso cotidiano. Diversos contaminantes procedentes de la combustión del carbón y el petróleo, como óxido de azufre, plomo o monóxido de carbono, son emitidos de forma continua a la atmósfera. Actividades como la minería, la metalurgia, o la fabricación de pinturas, abonos o baterías, generan ingentes cantidades de residuos tóxicos, entre los que destacan los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio, arsénico), cuyos efectos adversos son bien conocidos. Los sistemas acuáticos como los ríos, los lagos y los océanos han sido y siguen siendo utilizados con frecuencia como depósitos de estos subproductos. En los océanos Pacífico y Atlántico, por ejemplo, se pueden observar enormes cúmulos de basura, principalmente plásticos, que equivalen a la superficie de EEUU.
BIBLIOGRAFÍA
1) H. Akimoto (2003) Global air quality and pollution. Science 302(5651): 1716-1719 DOI: 10.1126/science.1092666
2) J. A. Camargo, A. Alonso (2006) Ecological and toxicological effects of inorganic nitrogen pollution in aquatic ecosystems: A global assessment. ENVIRONMENT INTERNATIONAL 32(6): 831-849 DOI: 10.1016/j.envint.2006.05.002 Published: AUG 2006
FOTOGRAFÍA: Pescador tradicional en un lago contaminado cerca de Ouagadougou (Burkina Faso, África), bajo una nube de polución química. HÉCTOR GARRIDO/EBD-CSIC
A SEA OF TRASH
Rivers, lakes and oceans have been used as giant trash bins since ancient times. Giant accumulations of trash, much of which is plastic and some of which is toxic, have been observed both in the Atlantic and Pacific oceans that together equal the area of the United States. Not only is waste dumped into the water, but also the atmosphere. Continuous emissions of various pollutants from burning coal and oil, such as sulfur oxide, lead and carbon monoxide, contaminate the atmosphere, and the air we breathe.
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Rivers, lakes and oceans have been used as giant trash bins since ancient times. Industrial development in the last few hundred years has accelerated this bad habit. The increasing pollution corresponds largely to booming oil use in the twentieth century, and the proliferation of its synthetic derivatives, such as plastics, pesticides, textile fibers or solvents, which have become everyday products. Activities such as mining, metallurgy, and the manufacture of paints, fertilizers and batteries generate huge amounts of toxic waste, including heavy metals (mercury, lead, cadmium, arsenic), whose detrimental effects are well known. Giant accumulations of trash, much of which is plastic and some of which is toxic, have been observed both in the Atlantic and Pacific oceans that together equal the area of the United States. Not only is waste dumped into the water, but also the
atmosphere. Continuous emissions of various pollutants from burning coal and oil, such as sulfur oxide, lead and carbon monoxide, contaminate the atmosphere, and the air we breathe.
FURTHER READING
1) H. Akimoto (2003) Global air quality and pollution. Science 302(5651): 1716-1719 DOI: 10.1126/science.1092666
2) J. A. Camargo, A. Alonso (2006) Ecological and toxicological effects of inorganic nitrogen pollution in aquatic ecosystems: A global assessment. ENVIRONMENT INTERNATIONAL 32(6):
831-849 DOI: 10.1016/j.envint.2006.05.002 Published: AUG 2006
PHOTOGRAPH: Fisherman in a polluted lake near Ouagadougou (Burkina Faso, Africa), under a cloud of chemical pollution. HÉCTOR GARRIDO/EBD-CSIC
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