PANEL 21. EL DERECHO A VER LAS ESTRELLAS. THE RIGHT TO SEE THE STARS



EL DERECHO A VER LAS ESTRELLAS
Los astrónomos fueron los primeros en denunciarlo: se ha perdido la oscuridad de la noche. Desde que el uso de la luz artificial se ha generalizado, cada vez es más complicado observar un paisaje nocturno natural. La proyección de luz artificial hacia el cielo constituye un curioso tipo de contaminación, la lumínica. No se trata de una cuestión meramente romántica. La producción de luz a nivel global genera 19.000 millones de toneladas de CO2 al año. Y no es el único perjuicio que causa. La contaminación lumínica puede afectar a numerosas especies y a sus ecosistemas. A los seres humanos también nos perjudica, no sólo a nivel fisiológico, sino también cultural. Una visión directa del firmamento nos ayuda a sabernos parte de un todo. Tenemos derecho a ver las estrellas.

SABER MÁS
Uno de los avances tecnológicos más importantes es la invención de la luz artificial y la extensión masiva de su uso, lo cual ha llevado a una transformación global del paisaje nocturno debido a la alteración de los niveles naturales de oscuridad como consecuencia de la emisión de luz hacia el cielo, lo que conocemos como contaminación lumínica. Los astrónomos fueron los primeros en denunciar la pérdida de la oscuridad del cielo nocturno y cómo esto interfiere con sus observaciones. Además, la iluminación artificial consume el 19% de la electricidad total produciendo 1.900 millones de toneladas de CO2 al año, pero cada vez se identifican más efectos adversos. En los últimos años, se ha reconocido que la contaminación lumínica puede tener implicaciones ecológicas y evolutivas en los ecosistemas, graves consecuencias fisiológicas en los seres humanos, e incluso un impacto cultural, dado que sin una visión directa del firmamento, los humanos perdemos conciencia de ser parte del universo.

BIBLIOGRAFÍA
Iniciativa Starlight http://www.starlight2007.net/

FOTOGRAFÍA: Shark Bay, Australia. HÉCTOR GARRIDO/EBD-CSIC


THE RIGHT TO SEE THE STARS
The astronomers were the first to report it: the dark of night has been lost. Since the use of artificial light is widespread, it is increasingly difficult to observe the natural nocturnal landscape. The projection of artificial light into the sky is a kind of pollution, light pollution. It is not a purely romantic problem. Light pollution can affect many species and their ecosystems, including humans.
The effects are both physiological and cultural. A direct view of the sky helps us knowing we are part of a whole. We are entitled to see the stars.

FURTHER READING
Starlight Initiative http://www.starlight2007.net/ 

PHOTOGRAPH: Shark Bay, Australia. HÉCTOR GARRIDO/EBD-CSIC

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí puedes dejar tus comentarios o reflexiones!